El sistema es tan interesante como simple y brillante en su implementación; un par de films flexibles, polarizados para sistemas 3D pasivos según los estándares actuales con un grado distinto para cada ojo, y con una superficie adhesiva, se pegan encima de la lente de cada ojo según la configuración e instrucciones impresas, y dejan pasar la cantidad de luz correspondiente para que cada ojo pueda captar la imagen independiente proyectada al mismo tiempo en la televisión o pantalla de cine, consiguiendo el mismo efecto tri-dimensional de las gafas 3D tradicionales. Los stickers polarizados están cortados en un formato mayor que el de las gafas convencionales — en los diseños más extendidos — por lo que no importa qué tipo de lente se utilice, siempre la cubrirán por completo, sin temor a que haya áreas que no procesen el efecto, o puedan producir problemas. Esto recuerda a otros sistemas más “permanentes” como las gafas clip-on de LG, pero podrían resultar mucho más económicas al cortarse en masa los films, sin tener que producir las lentes en sí.
Como en todo tipo de accesorios para gafas, estos stickers 3D deben mantener intactas las lentes, sin arañarlas o dejar residuos al despegarlos, algo que con adhesivo de por medio peude ser algo complicado, especialmente si tenemos en cuenta que serán de uso único — usar y desechar — a menos que pretendamos ver el mundo real a través de gafas polarizadas. El ingenio es por el momento tan sólo un concepto, pero uno con mucho potencial, y sobre todo, si se trabajan los posibles contratiempo como el de los restos de adhesivo, algo que podría evitarse con un diseño similar al de los protectores de pantalla para teléfonos móviles, que no dejan ningún tipo de marca una vez se retiran.
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